Ojos claros.

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Ojos claros.

Tarde pero al final aquí está. Hoy hablaremos de "El Planeta de los Simios" versión de 1968.

Protagonizada por Charlton Heston, fue un hito en su momento ya que supuso una revolución en cuanto a efectos especiales y también en su temática. El cine de ciencia ficción, hasta entonces nunca había sido tan arriesgado al plantear una situación tan desconcertante ante el espectador.

La película en su totalidad es una auténtica maravilla y atrapa a quién lo ve en cada plano.
Desde la llegada de la nave al planeta, desde ese mismo momento, la sensación de soledad e vulnerabilidad ante lo desconocido es absoluta.
En el momento que vemos los primeros humanos y primates, ya la cosa se pone seria y nos sumergimos más si cabe en el guión.
Ver a primates dominando a la raza humana se torna fascinante y sólo queremos ver más y más para ver cómo termina la cosa.
La crítica a la sociedad es brutal desde el minuto cero y el trato que los primates les dan a los humanos es curiosamente el mismo que se da en el caso inverso, pero en ese caso sí que nos resulta llamativo.
El momento culmen en la película obviamente es la última media hora en la cueva donde poco a poco se va destapando el pastel, y la ya clásica escena en la orilla del mar descubriendo dónde nos encontramos realmente.

Película recomendadísima en todos los aspectos, no flojea en ningún momento. Lo pasaremos genial viendo y descubriendo el nuevo planeta, observando el mundo inverso donde los primates son los dominantes.

Lo mejor: El momento "quita tus sucias manos" y el final.
Lo Peor: Quizá los efectos especiales si lo miramos con ojos del siglo XXI.

Nota: 7.5