The Descent

Tras el fin de semana, nada relajado pero muy divertido por otra parte, regreso hoy lunes con una película de Neil Marshall llamada "The Descent".

Esta película, supuso para mi un soplo de aire fresco en cuanto a cine de terror en aquel momento de mi vida. No tenía quizá la trayectoria que tengo hoy en este campo, pero sí que agradecí esta película que al menos presentaba una localización que antes no había visto en otro film.

Se nos presenta a un grupo de chicas que les encantan los deportes de riesgo entre los que se encuentra la espeleología.

Sarah, una de las componentes de tan particular pandilla, sufre un terrible drama familiar al volver de practicar rafting junto a sus amigas y entre todas, un año después de la desgracia, planean bajar a una cueva y recorrerla juntas y así hacer que su amiga Sarah, pueda superar más fácilmente sus problemas.

No contaban con que la cueva que estaban visitando no era una cueva normal, tampoco podían imaginar que no eran las únicas allí abajo, así como tampoco sabían el final que podría tener su terrorífica aventura.

La interpretación de los actores es por lo general buena, aunque la que se sale es la actriz protagonista, la que hace de Sarah, Shauna Macdonald, que en el tramo final de la película saca el lado más salvaje del ser humano y lo mejor es que se lo podemos ver en la cara, en su mirada.

Música... poca, diría que nada, pero tampoco hace falta viendo dónde nos encontramos.

La dirección es bastante buena y consigue que durante toda la película estés continuamente con sensación de asfixia y claustrofobia.

Recomendad para quienes estén hartos de niñas con pelo negro y largo sobre la cara y también quieran cambiar de lugar para pasar miedo, que no sea una mansión encantada por decir un ejemplo.

Lo mejor: La sensación de agobio durante casi toda la película.
Lo peor: Quizá lo peor de esta cinta sea la poca profundidad que tienen algunos personajes. Exceptuando el tándem protagonista, las dema´s son puro relleno.

Nota: 7.5


1 comment

Leticia Abreu | 12 de diciembre de 2011, 5:12

A mí me da miedo pensar en ello, a lo que llegan las personas en situaciones extremas. En el caso de la protagonista puede más el instinto de supervivencia que el miedo o el compañerismo. Es un "sálvese quien pueda".

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