Moulin Rouge. Belleza.

Hoy vamos a hablar de una de las películas que más me gustan a todos los niveles (visual, argumental, sonoro, interpretativo) y que marcaron mi tendencia en el cine musical.

Dirigida por Baz Luhrman e interpretada por la siempre bella Nicole Kidman y el siempre elegante y también bello Ewan McGregor, esta película nos lleva a finales del siglo XIX cuando la ideología bohemia se encuentra en su máximo apogeo y la creatividad brota en cada esquina de la ciudad del amor: Paris.

Christian, un joven y romántico escritor se traslada a Paris para poder dar rienda suelta a su creatividad bohemia y escribir sobre todo lo que sienta su corazón.
Allí conoce un grupo teatral bohemio que casualmente pierde a su escritor y le elijen a el para que sea su nuevo creador de obras.

Por otro lado, en la ciudad se encuentra el Moulin Rouge. Un lugar donde la fantasía, la libertad, el libertinaje, la apertura de mente y las ganas de pasarlo bien rebosan por sus cuatro paredes siendo denominado por la gente como un "lugar de vicio". En ese lugar, cada noche, actúa Satine, una chica que brilla tanto por su belleza como por su nivel en cada actuación.

Debido a un malentendido, Christian conoce a Satine una noche pensando que ella quiere oír su obra teatral, pero sin embargo ella quiere acostarse con el porque piensa que es un duque que va a invertir en el Moulin Rouge.

Sin querer se enamoran perdidamente y son los objetivos de los celos dementes del duque que exije la atención y posesión de Satine si quieren que inviertan en el Moulin Rouge.

Los enamorados tienen que sortear muchísimas situaciones que probará su amor y además, Satine se enfrenta a una enfermedad que puede matarla, aunque no le dice nada a Christian.

Esta película es un compendio de saber hacer, belleza infinita a nivel visual, sonoro y emocional y con un guión que atrapa desde el primer momento en que nos relatan el final de la historia.
Impacta por su capacidad de atracción del espectador y por su catálogo impecable de canciones que acompañan cada situación de la historia.

Lo mejor: El nivel visual. Sus canciones. La interpretación. Los actores. La historia.
Lo peor: Pienso que el duque nunca llega a parecer tan malvado como pretenden. Más bien, ridículo.

Nota: 8


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