300... m3 de testosterona

Hoy nos ocupa una película que si bien no es una buena lección de historia, cuenta un gran argumento, que entretiene y que cumple de sobra su cometido como película de acción más que como película histórica.

Gerard Butler se nos presenta como un hiper-desarrollado Leónidas en esta película donde el nivel de testosterona está al mismo nivel que la feminidad del temido e idolatrado Jerjes.

Seremos testigos de las Guerras Médicas libradas en tierras espartanas.

Jerjes, Emperador de Persia, pretende invadir Grecia, sin embargo no contaba con que un pequeño grupo de espartanos, concretamente 300, le plantarían cara complicándole bastante el desarrollo de sus planes.

Estrategia, saber hacer, planificación, son factores que los espartanos manejan con soltura y el ejercito de Jerjes no sabe afrontar. Una épica batalla donde aparte de músculos, cuerpos y caras desfiguradas por la lucha, podremos ver el importante papel de la mujer en la sociedad espartana y cómo eran entrenados los niños válidos para convertirse en futuros grandes guerreros.

La película nos brinda una visión muy fiel al cómic original (obra de Frank Miller y Lynn Varley) con planos en cámara lenta, juego de luces y sombras digitalizados y llevados de forma magistral y por supuesto, escenas de batallas épicas y dignas de recordar durante mucho tiempo.

Zack Snyder firma esta gran producción para pasar un buen rato, alegrarse la vista quienes tengan en sus preferencias hombres duros, marcados y fibrados, vivir una intensa lucha de un pueblo por conservar su libertad y sobre todo podremos comprobar que aunque no ganemos la batalla, mientras luchemos siempre seremos recordados y admirados por nuestro valor.

Lo mejor: Cada encuentro con Jerjes.
Lo peor: Saber que los datos históricos no son muy verídicos.

Nota: 7


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