Es ceniza... Silent Hill

Hoy, antes del parón de este fin de semana de celebraciones, quiero dejar el blog hasta el lunes con una de las películas que más satisfecho me dejaron tras verla por su increíble fidelidad con respecto a la saga de juegos en la que se inspira. Me refiero a la maravillosa "Silent Hill".

Sharon, una niña adoptada que de repente tiene visiones y pesadillas con un lugar llamado Silent Hill. Así de fuerte comienza la película, sin introducción, sin prólogo.

Su madre, Rose, se enfrenta a su marido para poder llevarla a ese lugar que su hija nombra, ya que los medicamentos que toma no le están funcionando. El padre de la niña se opone frontalmente a esa decisión y por ese motivo, su esposa junto a su hija se escapan rumbo al pueblo fantasma.

En el camino se cruzan con una policía llamada Cybil Bennet, que sospecha desde el primer momento de Rose y del lugar hacia donde se dirige.
Nadie en la zona quiere informarle cómo se llega a Silent Hil, pero ello no detiene a rose que finalmente consigue poner rumbo fijo al pueblo.

Justo antes de llegar sufren un accidente al cruzarse por la carretera una persona, una joven que parece deambular sola.

Cuando Rose despierta se encuentra totalmente sola, en un lugar con una espesa niebla, que luego resulta no serlo, y sin saber dónde se encuentra su hija. A partir de ahí dará comienzo su infierno junto a Cybil que será su gran apoyo, en un lugar donde el fanatismo y la más ciega devoción al diablo harán que esta mujer haga lo impensable por encontrar y salvar a su hija.

Para finalizar y como siempre hago, señalaré que la banda sonora es exactamente la misma que los videojuegos, compuesta por el maestro Akira Yamaoka. Es el propio Akira quien elije de entre los cuatro primeros juegos las piezas para que suenen en la película.

Lo mejor: Sera TAN fiel a la saga de videojuegos.
Lo peor: La parte donde Chris, el marido, investiga se antoja algo lenta.

Nota: 8


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