Verbo

Hoy os traigo una película que vi hace tiempo y que hasta hoy no me he atrevido a comentar debido a lo magníficamente rara que es y a lo complejo de entender ya no el argumento sino la intención del director al ofrecernos este producto.

Adentrémonos en la mente humana, en el momento exacto antes de morir, de decidir marcharnos. Vámonos a conocer a Lírico...

Eduardo Chapero-Jackson (vaya apellido) nos obsequia con esta película que no todo el mundo entiende y que no todo el mundo procesa y digiere bien tras verla. Es debido a ello que las opiniones sobre Verbo son tan dispares. O la odias, o la consideras una buena película como es el caso de un servidor.

Sara, una adolescente de quince años sabe y siente que no es como el resto de personas de su edad. Ella siente en su ser que tiene algo dentro que la hace diferente del resto.

Idolatra a alguien llamado Líriko que es el autor de unas pintadas por toda la ciudad que tienen la intención de llamar la atención de todo el que las ve.
Está totalmente concienciada y se siente muy identificada con los mensajes que Líriko deja por la ciudad y su barrio.

Tras buscarle a todas horas al final logra encontrar la casa de Líriko y decide esperarle para conocerle finalmente en persona. No aparece.
A partir de ahí y tras una serie de acontecimientos que no describiré por motivos de no spoilear, Sara decide tomar una dramática decisión que afectará al resto de su vida (que bien me ha quedado esta frase jeje).

Iniciará un viaje a su interior, a sus miedos, a sus inquietudes, y pondrá a prueba su valor a la hora de vivir si realmente es lo que desea.
Visualmente es una maravilla dando planos y juego de luces que atrapan al espectador. Incluso tenemos lo que para mi fue un pequeño homenaje a cómo Tarantino trató un pasaje de Kill Bill y es que también en Verbo tenemos unos minutos de animación acompañada de música rapera de Nach, concretamente una canción llamada "Ser o no ser".
Tras todo esto que os cuento hay una breve e insípida historia de amor que conduce con pinzas el chico de turno que va con ella a su clase. Nada importante en el conjunto de la historia.

Es muy difícil para un servidor hacer una reseña de una película tan tan tan extraña como lo es Verbo. ¡Atención! digo EXTRAÑA, no MALA. Diferenciemos conceptos.
Verbo es una película que hay que ver. Es necesario verla para aprender así que hay muchas formas de hacer cine, muchas formas de interpretarlo y mil formas más de plasmarlo en la pantalla. Por eso hay que ver Verbo, para poder completarnos más aún como cinéfilos.

Lo mejor: El planteamiento general de la película.
Lo peor: La historia de amor es totalmente prescindible.

Nota: 6

Publicar un comentario