Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros

Esto de mezclar universos, realidades y verdades con ficción está muy de moda. Muchas veces, el resultado es muy enriquecedor y satisfactorio y otros nos puede salir algo bizarro, raro, incoherente.
A una mente pensante se le ocurrió mezclar la empresa que llevó a cabo Lincoln contra la esclavitud con el mundo vampírico... muy bizarro...
Imaginaos que ahora se me ocurre un guión donde digo que Zapatero, en sus ratos libres era protector de las hadas de un bosque al norte de Galicia y que por ese motivo su propósito era llenar el mundo de paz y amor... pues eso exactamente se nos plantea con esta película que si es cierto que no llega al nivel de ridiculez de mi ejemplo pero si que roza lo coherente e incluso el buen gusto.

Podrían hacer una película de estas características sin la figura de Abraham Lincoln pero claro, en ese caso tendríamos una de tantas iguales que hay en el mercado. Por eso exactamente pienso que decidieron enmarcar esta típica historia de cazar vampiros.
Guerra en EEUU por la libertad, guerra con un trasfondo ideológico y de lucha por los derechos humanos... pero también una guerra contra un vampiro de más de 5000 años y su estirpe.
Un hombre, con sombrero de copa, Presidente de los EEUU y un simple hacha con filo de plata les planta cara a todos, al menos al principio.
Es muy raro que los vampiros de esta producción vayan a cara descubierta a plena luz del día... ¿qué clase de vampiros son estos que duermen por las noches? Con sólo usar protección solar ya están protegidos (que no se enteren las farmacéuticas). En fin, una serie de cosas que no enumeraré pero si que no casan con el universo vampírico que si bien es cierto que siempre ha estado expuesto a modificaciones, siempre ha tenido unas bases inamovibles que en esta cinta se cargan de todas las formas posibles.

Acción no falta, planos surrealistas tampoco y algún que otro susto también. Aparte de eso... nada.

Sabiendo que voy a ver una película de vampiros me expongo a que hayan escenas de lo más variopintas, pero la secuencia de los caballos es ya demasiado. no entiendo que un humano como lo era Abraham haga las cosas propias de un vampiro sin inmutarse. No hay una balanza bien equilibrada para diferenciar al simple humano y al vampiro de 5000 años.
En fin, una cinta para pasar el rato pero que no quedará en la memoria de nadie, ni del propio director. Quizá Abraham desde el otro mundo esté maldiciendo al que usó su figura para tal despropósito, pero ya ellos ajustarán cuentas cuando se encuentren.
Lo mejor: La parte de Abraham de pequeño.
Lo peor: Estos ni son vampiros ni son ná.

Nota: 5

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